zoon politikon (II)

BIENVENUE

Ah! que tu retournes à ton désordre, et le monde au sien. L’asymétrie est jouvence. On ne garde l’ordre que le temps d’en haïr l’état de pire. Alors en toi s’excitera le désir de l’avenir, et chaque barreau de ton échelle inoccupée et tous les traits refoulés de ton essor te porteront, t’élèveront d’un même sentiment joyeux. Fils de l’ode fervente, tu abjureras la gigantesque moisissure. Les solstices fisent la douleur diffuse en un dur joyau diamantin. L’enfer à leur mesure que les rapeurs de métaux s’étaient taillé, redescendra vaincu dans son abîme. Devant l’oubli nouveau, le seul nuage au ciel sera le soleil.
   Mentons en espoir à ceux qui nous mentent: que l’immortalité inscrite soit à la fois la pierre et la leçon.

Le nu perdu, René Char.

BIENVENIDA

(¡Ah! Ojalá vuelvas a tu desorden, y el mundo al suyo. La asimetría es juventud. No se mantiene el orden mas que el tiempo que se tarda en odiar su carácter de mal. Entonces se avivará en ti el deseo de porvenir, y cada peldaño de tu escalera desocupada y todos los rasgos inhibidos de tu vuelo te llevarán, te elevarán con un mismo sentimiento gozoso. Hijo de la oda ferviente, abjurarás del gigantesco enmohecimiento. Los solsticios cuajan el dolor difuso  en una dura joya adamantina. El infierno a su medida que se habían esculpido los limadores de metales volverá a bajar vencido a su abismo. Delante del olvido nuevo, la única nube en el cielo será el sol.
   Mintamos esperanzados a quienes nos mienten: que la inmortalidad inscrita sea a la vez la piedra y la lección.)

El desnudo perdido, René Char.

(Trad. Jorge Riechmann)

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